Nos encontramos en el lago artificial de la Albufera, un lugar que hace años estaba destinado a la construcción de un hotel de lujo, menos mal que la cordura imperó y se convirtió en este bonito lago artificial, la naturaleza propia del lugar ha sabido convertirlo en este bonito lugar, para mimarlo y admirarlo. Las fotos fueron tomadas en un día bastante gris, lo que me inspiró para verlas en blanco y negro.
Una larga exposición, combinada con unas nubes y algo de viento que las desplaza, son los ingredientes que hacen falta para ver estos efectos en el cielo.